lunes, 11 de enero de 2010

Ingenuidad. 09/01/09

Es sorprendente como las cosas cambian. Se destruyen, se deterioran.
No estoy segura de todos modos de que ese sea mi caso. Hubo un momente en que lo creí, pero ahora me doy cuenta de que es imposible cambiar algo que jamás existió.
Existió en mi mente eso sí. En MI mundo.
Es increíble como pude poner todo lo que tenía(ahora quedan sólo recuerdos) en una persona y después darme cuenta de que no lo conozco. De que cada palabra, cada sonrisa, fue absurda. Fue fingida(por ti). De que todo lo que deposité ciegamente en TUS MANOS(y tu mano, esa que me recuerda el día que te fuiste...) no valió la pena porque no supiste apreciarlo, porque no te importó. A pesar de que haya atesorado cada momento y reventado de felicidad por la suerte de encontrar a alguien así.

No debería sorprenderme a estas alturas. Pero lo hace. Cada día que pasa un poco más. Y me es imposible borrarlo; porque las cosas no se pueden borrar así como así, y menos algo como esto. Siempre estará ahí, palpitando. Siempre estará ahí, recordándome cruelmente como me engañaste(y te lo digo). Como me hiciste creer una mentira! Y hoy me doy cuenta de que no sé NADA de ti. De tu vida. De lo que eres.

Confié en una ilusión. Una máscara. ¡Y vaya máscara! Me destrozaste. Felicidades. Desempeñaste bien tu papel. Pero ahora telón baja y estoy yo. Fui genuina, no estaba actuando.

Apenas lo asimilé esta noche.


...Y tienes el descaro de hablarme de tus sueños.

2 comentarios:

Harold Diaz dijo...

Nueve de enero del 09... Hace mucho ya... Un escrito muy fuerte, la fuerza y tal vez la rabia le dan un toque muy especial a tus escritos...

En fin, me encantó.

Saludos!

Willy Tiburcio dijo...

Fitz

La vida te quita a cachetadas lo ingenuo... te marca y prevalece en alguna parte de la memoria y es perfecto pues al final del camino esos recuerdos seran parte del tesoro...

Me encató, escribes con mucha pasión. Y bueno, por lo que puedes ver andaré frecuentemente por aquí ahora que tengo el honor de der autor invitado del señor Harold, así que nos esteremos encontrando.

Un beso.

Willy T.