jueves, 14 de junio de 2012
Constante e inconstante adiós.
A veces es irónico. A veces siento que siempre supe que esto pasaría, exactamente de esta manera. A veces tengo la certeza del adiós...Algunas veces, lo único que queda por hacer es secarse las lágrimas, sonreír y seguir adelante. Curarte las alas y nunca dejar de volar. Perderse en algún cielo estrellado, esquivando el rastro que dejan aquellos fugaces deseos ajenos y subir cada vez más.Siempre queda el recuerdo: quizá en forma de sonrisa, quizá en forma de cicatriz... Quizá en forma de advertencia.Nunca queda el rencor. Nunca queda el coraje manchando las hermosas memorias, nunca. Sin embargo el dolor permanece. Atraviesa el corazón y se queda ahí, encajado. Queda el dolor de saber que no se es merecedor de la verdad.¿Es posible olvidar? No lo creo. Pero seguir adelante sí lo es.
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